3.2.12

2 de Febrero. Una gran amiga.

Empezaba a creer, a dar un voto de confianza, a tranquilizarme...

No quería conectarme, no quería ver a nadie, no quería hablar con nadie, solo esperaba que se conectara en chat la persona con la que quería hablar, desahogarme, la persona que tenía que compartir conmigo ese desconcierto y sufrimiento...

Se conectó, tras breves fallos técnicos consiguió instalar Messenger para dedicarse a mi...

La puse en una clara situación de desvantaja, yo la veía y escuchaba a ella mientras que ella tan solo recibía absurdas palabras de mí...
La conversación fue larga, muy larga, tratamos temas muy antiguos, de los que debimos hablar y nunca hicimos, opiniones, cotilleos, comentarios sin sentido, pero lo más importante para mí:
de mis fallos, de mis muchos fallos...
Darme cuenta de esto resultaba muy importante para mi, no era consciente de que había sido así, siempre me gustó tratar bien a la gente, nunca ser borde con nadie, ni si quiera con especímenes de mi clase o del otro Bachillerato. Porque iba a serlo con ella... con todo lo que había sido, no tenía sentido.

Los fantasmas del pasado, como los llamo yo, se disipaban, y volvía a sentirme con aquella persona como no me había sentido en muchísimo tiempo, con ese feeling y esa confianza que siempre nos caracterizó. Ese tiempo en el que yo estaba tan cómodo con ella, que todo lo demás me daba igual y no quería nada más, nunca quise nada más...


Ya no tenía miedo, me esperaba esa chica tan especial que mantiene en alza mi felicidad cada día.
 Tenía que preguntarle y no sabía como hacerlo... su respuesta iba a ser mi salvación o mi amargura...
Pero ya no tenía miedo a la respuesta, me sentía preparado,
 volvía a ser yo.


En cuanto a ti, simplemente, gracias por aceptarme, por aguantarme todo aquel tiempo, por incluirme en tu vida, por ayudarme y por quererme.
Por darme todo lo que tengo, porque si la tengo a ella es gracias a ti, por eso te lo debo todo, y siempre te lo agradeceré, de verdad.
Y que estés ahí siempre, que no te vayas muy lejos de mi vida, sería algo que siempre me haría un poquito más feliz.

No hace falta muchos adjetivos para ti, eres una buena persona, eres buena, y eso es mucho pedir de una chica hoy en día..

Por todo, muchas gracias Paula.



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